en tus ojos el
mar no me asusta.
de oreja a oreja
la resaca del mar en chispas saladas y amarillas.
de humo verde tu
nariz de hombre pez.
en tus labios
abiertos descansa la luna creciente.
cada línea en tu
piel, cada arruga, una viajera desnuda.
¡ah! y tus
codos, tus venas, tus puños cerrados,
tus manos
abiertas, tu dedo índice mutilado
pulsan la vida
por los caminos.
por tu pecho
resbalan el agua, la saliva, los sudores,
tus líquidos y
los míos,
las olas todas.
por tu cuello,
por tu espina, hasta tus nalgas camina una mujer hechizada.
entre tus muslos
hay un túnel claro.
entre tus
piernas se enreda el pelo de una mujer tierra.
© 2011 Josefa M.
Pabón Rodríguez
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